Gimnasia hipopresiva: Basta de impactos
Esta gimnasia si bien actualmente comienza a conocerse por sus excelentes resultados tanto a nivel terapeútico como estéticos, tiene su origen en la milenaria disciplina del yoga realizada a travez de ejercicios respiratorios.
Hoy aparece adaptada a nuestras actuales necesidades de reforzar la musculatura profunda abdominal y pélvica evitando los cada vez más conocidos daños que los ejercicios convencionales ocasionan en la zona lumbar entre otros.
La gimnasia hipopresiva es un conjunto de ejercicios que se realizan a un ritmo lento, en distintas posturas y controlando la respiración. Esta última cobra una especial importancia: los ejercicios se realizan en apnea, es decir sin aire en los pulmones. Al inhalar y luego exhalar, vaciando los pulmones de aire, se libra al abdomen de la presión que realiza el descenso del diafragma y tórax. Por consiguiente, también se libera la presión del suelo pélvico. Al hacer esto, se logra subir la musculatura del suelo pélvico y las vísceras que este sostiene. Estos ejercicios estimulan, entre otros beneficios que traen aparejados, tanto la faja abdominal como la musculatura del periné de forma refleja. Es una técnica que ofrece resultados inmediatos que se mantienen a largo plazo si se practica con regularidad. Diez minutos, tres o cuatro días a la semana y unas 10 sesiones, bastan para experimentar cambios en las zonas trabajadas con dicha gimnasia.
La gimnasia hipopresiva: - Corrige defectos posturales (hombros caídos, espalda encorvada...). - Fortalece los abdominales oblicuos y transversos, marcando la cintura. - Descomprime los ganglios linfáticos de la pelvis evitando la pesadez en las piernas. - Previene y evita la incontinencia urinaria. - Tonifica y define los brazos.
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